Otoño
Vino el otoño con sus mañanas frescas, con sus hojas secas, con el sol remolón y las noches tempranas de luna lejana.
Vino el otoño de rocío y crujidos. Vino el otoño a susurrar tu nombre en el viento y a recordarme cuán fría es tu ausencia cada vez que me toca un rayo de sol.
Última duermevela
En la duermevela de las estrellas,
en esta noche iluminada y eterna
pienso, recuerdo:
alguna vez fui bella, fui joven,
deseada, respetada.
Guardo la querencia de unos besos
intactos, exactos, buscados ,encontrados.
El salitre de unas lágrimas,
unas manos furtivas.
El silencio fiel, la luna testigo.
Todo fue perfecto siempre,
así parece a la distancia.
Se me va la vida
esta noche, lo sé.
No antes, no durante,
no cuando me dijeron que todo acabaría.
Anochecer sublime de recuerdos,
de luna magnánima,
de estrellas rutilantes.
Es hoy, es ahora esta despedida,
con un vago olor a infancia
de césped recién cortado,
señal del amanecer,
que llega tarde pero firme,
que es ahora, que es el fin.
Llena de imágenes mi mente fluye:
saboreo de nuevo la dulzura de las frutillas.
La brisa del mar me despeina.
Vuelvo a partirme pariendo.
Suelto la carcajada plena,
porque fui feliz, aún lo soy.
Está aquí, es la Muerte.
Imponente. Presente
Aquí estoy, te esperaba.
Me entrego sin temor.
No muero, me voy honrada de esta vida.
Sin vos ni yo
El silencio que otorgas y las palabras que callo.
La sonrisa tuya que alcanza para sanarme.
El deseo esquivo que nos frena.
Las manos que no saben qué forma adoptar.
Y tus ojos negros que me desmoronan.
Y los minutos que no alcanzan porque estiramos tanto el tiempo que se nos está haciendo pasado antes de que sea presente.
Y vos y yo, sin vos ni yo, ni nada que nos una,
salvo este amor de fantasía, sin ninguna posibilidad.
A quién le importa
A quién puede importarle
si en tu vida no existo
si ni rastro he dejado
y hasta andamos distintos caminos.
Si con mi fantasía alcanza
y en mi mente vas conmigo
y no necesito tu venia
para anclarte a mi corazón.
Si tus besos saben mejor
en mi cabeza que en mis labios
y tus manos son de fuego
cuando te cuelas en mi pasión.
Si te regalo cada vez
una vida perfecta.
Si cuando te pienso
te elevo al cielo.
Si cuando te sueño
el sueño se vuelve realidad
y no necesito más que eso
para sentir lo que no está.
Y a quién le importa si no está
si con mi amor basta
si yo cubro todos los espacios
que tu ausencia insiste en ocupar.
Y no me vale tu ignorancia
no me amedrenta tu indiferencia
yo soy libre de amarte entero
y me sobra amor para los dos.
Para más versos cargados de sentimiento visita:
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Sin más por decir, muchas gracias por pasarte por esta sección de la posada, y espero que puedas pasearte por el resto del contenido, quizás encuentres algo que te guste.
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